miércoles, 21 de octubre de 2009

ALCALDE DE YAUYOS Y FUNCIONARIO OBSTACULIZAN LABOR FISCALIZADORA PESE A MANDATO JUDICIAL

*Pretenden cobrar S/. 7,690 soles para proporcionar documentos solicitados por ciudadano vulnerando su propio TUPA.
Por: Eladio Quispe Muchotrigo.
Pese a que la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, es un arma importante a favor de la ciudadanía, para poder acceder a todo tipo de información del manejo administrativo y económico de una entidad estatal, existen autoridades que por el contrario, apelan a una serie de recursos, para no permitir proporcionar que los vecinos exigen, en su irrestricto derecho de fiscalizar a sus autoridades. Esto viene sucediendo en la Municipalidad Provincial de Yauyos, donde se tiene como alcalde a Diómides Dionisio Inga, de las filas del partido de la familia “Concertación Para El Desarrollo Regional”, que ahora promueve la reelección del no menos cuestionado presidente regional Nelson Chui Mejía.

En el ejercicio de su derecho de acceso a la información pública el ciudadano Raúl William Ticllacuri Serrano solicitó al alcalde yauyino le proporcione la información de: la ejecución del presupuesto de los años 2007, 2008 y 2009, así como los relacionados al acta de transferencia de gestión integral por el titular de la gestión saliente (2003-2006) y el titular de la gestión entrante (2007-2010), además del informe actualizado del porqué no se ha cumplido con implementar el órgano de control institucional, contrato con la persona natural o jurídica responsable de la elaboración de la página web la misma que no se encuentra activa y documentos del informe anual de rendición de cuentas del año 2007.

Estos pedidos fueron solicitados mediante documentos fechados el 27 de marzo y 15 de abril de 2009, sin recibir respuesta alguna, por lo que mediante carta notarial del 10 de junio del año en curso reiteró el mismo, también sin mayor respuesta.

Debido a esa situación, Ticllacuri Serrano inicia un proceso de Habeas Data ante el Juzgado Mixto de Yauyos que despacha el juez Cirirlo Enor Suárez Mirabal, el mismo que mediante sentencia del 04 de septiembre de 2009, ordena que el alcalde de la Municipalidad Provincial de Yauyos Diómides Alfonso Dionisio Inga que en el plazo de tres días, proporcione la información requerida, bajo el apercibimiento de imponérsele una multa de tres unidades de referencia procesal y disponerse su destitución, sin perjuicio de comprenderlo en el delito de desobediencia y resistencia a la autoridad. Esta sentencia no fue impugnada por la autoridad municipal quejada.

El 23 de septiembre el solicitante, recibe una carta notarial que firma el economista Víctor Manuel Arana Vera en su calidad de Gerente General de la Municipalidad Provincial de Yauyos, en donde indica que en cumplimiento de lo dispuesto por el juzgado yauyino, deberá constituirse a su oficina a fin que recoja las copias certificadas que había solicitado (del año 2007 y presupuesto de apertura 2008), las mismas que en total suman 769 hojas; las mismas que se harán efectivas su entrega luego del pago del costo que implica el servicio, teniendo cada copia el valor de diez nuevos soles.

Todo indica a pensar, que bajo cualquier contexto que se pretenda ver este caso, en virtud a las sucesivas negativas de la autoridad edil, y teniendo la obligación de entregar la información solicitada por mandato judicial, había que buscar cualquier pretexto para no hacerlo; y la mejor idea que concibieron fue pretender cobrarle a William Ticllacuri S/ 7,690 nuevos soles por tan solo una parte de lo solicitado.

Y sostenemos que este cobro es totalmente arbitrario y antojadizo por parte de las autoridades de la Municipalidad Provincial de Yauyos, porque si bien es cierto que el Texto Único de Procedimientos Administrativos de dicho municipio señala que el derecho de expedición de copias certificadas de documentos existentes en archivo por hoja es de S/ 10.00, también el mismo TUPA indica que por copia fotostática de documentos que posean o produzcan las diversas unidades de la municipalidad para acceso a la información solo se cobra diez céntimos por página.

Es decir, EN NINGÚN MOMENTO SE HA SOLICITADO COPIA CERTIFICADA, como pretende entregar la municipalidad, ya que el propio juzgado dispone la entrega de la información documentaria, cierta y completa, que en buen romance, quiere decir una información simple. Todo evidencia que Diómides Dionisio Inga y su gerente general municipal, solo pretenden seguir poniendo “rocas en el camino”, con la intención de no entregar la información.

Ah, el costo de diez céntimos esta señalado perfectamente en el mismo TUPA de 2007 hasta hoy vigente.

HEROE YAUYINO PARTIÓ A LA ETERNIDAD: SILVESTRE CHULLUNCUY EVANGELISTA

Por Manuel Madueño Ramos
Uno de los emblemas y símbolo vivo de la Guerra del Perú con el Ecuador de 1941, Silvestre Chulluncuy Evangelista, marchó a la eternidad el miércoles 14 de octubre a horas once de la noche. Desde algunos años venía sufriendo de un cáncer prostático, diagnosticado por los médicos del Hospital Militar- Lima, pero por negligencia de acatar prescripciones médicas dejó su tratamiento y viajó a su pueblo, para estar al lado de su familia abandonando el proceso de recuperación, hasta que la enfermedad fue minando su organismo y al verse muy mal, solicitó la ayuda de su sobrino Máximo Víctor Reynoso Chullluncuy, quien tuvo que trasladarlo a Lima e internarlo de emergencia en el Centro Médico, pero ya era demasiado tarde y el mal había profundizado su cuerpo. Nació el 1er de enero de 1919 en el distrito de Madeán, provincia de Yauyos. Y deja de existir a los 90 años de edad. Había fijado su residencia en el anexo de Tayamarca, distante a dos horas de camino en acémila de la ciudad. Allí cultivaba sus pequeñas parcelas de terreno, porque los magros subsidios que le daba el Estado no alcanzaban para cubrir sus necesidades más elementales de la vida. Decía que el Estado le adeudaba más de 50,000.00 de nuevos soles. El gobierno espera que nuestros héroes se mueran para nunca más pagarle la deuda que tiene con los sobrevivientes de la Guerra de 1941 Contrajo 2da nupcias con doña Cristina Chávez Huari, también campesina del lugar con más de 80 años de edad, que sufre los dolores propios de la edad. No tuvo descendientes, por esta razón vivían solos en el lugar, al cuidado de unas cuantas vacas que se servía de su leche y queso, luego dedicándose a la agricultura igual que los demás comuneros.

En su pueblo natal no recibió ninguna clase de homenaje de parte de las autoridades, maestros, alumno y el pueblo. Ellos tenían conocimiento que en su pueblo vivía un sobreviviente de la guerra, había derramado su sangre por defender la Patria de la invasión ecuatoriana, pero nunca tuvieron la gentileza de invitarlos al Colegio para que narre, cómo es una guerra y se mueren nuestros soldados olvidados por el gobierno. Los héroes son olvidados por culpa de los maestros, que están en la obligación moral de enseñarles a las futuras generaciones, los titanes no nacen de la noche a la mañana, si no se forman. Son hombres inmortales que llegan a la gloria por sus méritos.

Sus padres fueron campesinos, labraron la tierra desde el amanecer hasta la puesta del sol, para producir sólo para alimentarse. Este hombre de hierro que tuvo varios hijos, padre de nuestro héroe fue don Toribio Chulluncuy Lume y doña Casimira Evangelista Huari. El joven Silvestre aprendió las primeras letras en la Escuelita Particular de su pueblo en formación, que regentaba por entonces el maestro Eustaquio Madueño Huari; posteriormente se trasladó al distrito de Víñac, estudiando en el Centro Escolar 470, bajo la dirección del Pedagogo Germán Caro Ríos, reconocido como el icono y paradigma del Magisterio Nacional, luchador incansable y fundador del SUTEP.