Hace algunos años el Gobierno designó una partida de dinero (FONCOMUN), para los Concejos distritales y provinciales, exclusivamente para obras en el pueblo. Desde entonces los candidatos se multiplicaron en un cien por ciento, sin conocer ni saber Gestión Municipal, menos
El Fondo de Compensación Municipal (FONCOMUN), creado para ser utilizado en el mejoramiento del pueblo, se construyan locales municipales, canales y represas de irrigación, solucionar los álgidos problemas del agua en época de sequía, pero el alcalde una vez instalado en el Gobierno Municipal ¿Qué hacen? Adquieren casas y terrenos en Cañete, Chincha, Lima, caso del Sr. Wenceslao Arbizu Reynoso alcalde de Víñac, que estuvo entre 1998- 2006. ¡Ocho años! ¿Qué hizo? Nada, llegaba de noche al Municipio y al amanecer se escapaba. Fue vacado por enriquecimiento ilícito, malversación de fondos, peculado y procesado, pero sigue caminando por las calles como Pedro en su casa. Nuestro Poder Judicial está sacudido por una severa corrupción que involucra a altas esferas del gobierno y el más cuestionado. ¿Qué hacer?
De esta clase de alcaldes están llenas en todas las municipalidades del Perú. Hace poco se hizo una encuesta en Yauyos y el 80% de alcaldes, regidores no conocen
No es posible que personas con limitados conocimientos y cero de Gestión Municipal, manejen miles y millones de soles destinados a invertir en el progreso de su pueblo. La población elige sin saber que éste, una vez en el gobierno se olvidan de trabajar, lo peor, giran dinero a ingenieros fantasmas de Cañete, Ica, Chincha, Pisco o obras fantasmas que nunca termina, sin embargo religiosamente cobran mensualmente sus dietas. El resto de dinero es para coimear y sobornar autoridades policiales, judiciales, etc., en caso que haya denuncias.
Sus tesoreros son nombrados a dedo para manejarlos a su capricho, sólo para cumplir la ley y simplemente firme el cheque al Banco de
Si el alcalde tiene orden de captura decretado por el juez, el denunciado por delito doloso, hacen arreglo con el Comisario de
UN POCO DE HISTORIA
Y esto no es de ahora. En 1790 Seferina Sacsa, natural de Ranracancha, joven viuda con mucho dinero, tenía 200 reses de ganado vacuno, 2,000 ovinos 500 llamas y decenas de mulos y caballos que apacentaba en “Pallacj’a Cancha”, frente al anexo de Tayamarca, distrito de Madeán, envenenó por celos a su vaquera, Paulita Ordóñez. Hallada culpable fue sentenciada a 10 años de pena privativa de libertad a cumplir en la cárcel del Partido de Castrovirreyna. Salió libre pagando al juzgado el precio de 10 vacas. Entonces la corrupción viene desde la época colonial, sólo que ahora está peor, se ha institucionalizado.
¿Quienes son culpables, para que haya alcaldes de esta laya? En primer lugar el pueblo, engañado por falsas promesas, le que da el poder mediante el voto. En segundo lugar el Jurado Nacional de Elecciones, no tiene una norma que restrinja a estos de escasos conocimientos, sólo como requisitos: mayores de edad. En tercer lugar el Congreso, debe dar una Ley que modifique las anomalías de los futuros candidatos y corte de raíz deficiencias anacrónicas que hacen mucho daño a nuestros pueblos. En cuarto lugar los mismos candidatos, sabiendo sus limitados conocimientos postulan para el cargo.
Es una vergüenza que con su ignorancia moldeada a la sombra de un grupúsculo de adeptos dispongan el dinero. Sin temor a equivocarnos, este dinero va caer en el bolsillo de las malas autoridades y peor invertido; la malversación está en todas partes. La corrupción imparable nace desde el gobierno Central, como una metástasis se ha enraizado en la mente de nuestros alcaldes, como tentáculos de pulpo, desmoraliza, corroe la inteligencia. Y una vez que probó el manjar, nuestro personaje vuelve postular una y otra vez con el dinero mal habido. Claro que no son todos los alcaldes, hay dignas excepciones que citaremos nombres en los próximos artículos.