NIETA HUANGASQUINA RESIDENTE EN CANADÁ CONSTRUYÓ LOCAL PARA EL CLUB DE MADRES DE HUANGASCAR
Por: Manuel Madueño
ORIGEN DEL CLUB.
El “Club de Madres Progresistas” del distrito de Huangáscar, se fundó en el mes de enero de 1974, inscrito en la Municipalidad Provincial de Yauyos el 2003, como una forma de luchar contra la pobreza y buscar el mejor medio para que las mujeres progresen cultural, social y económicamente, porque de acuerdo a una estadística hecha por la Posta Médica del pueblo, la desnutrición de los niños menores de 5 años es el 41%, la más alta del Perú.
El Club de Madres pidió ayuda a Caritas. Esta institución aceptó dar alimentos para niños y ancianos desnutridos que acudían desde los anexos. El año 1987 el Club decidió ayudar en la construcción del atrio de la iglesia. Era habitual ver a las madres cargar piedras, cemento y lodo en sus hombros. Cuando cesó el apoyo de Carita, el alcalde Antonio Girón G. solicitó a PRONAA que siga el Comedor y se financie la compra de un terreno, para construir su local propio.
Por el año de 1973-74, el lugar donde llegaban los vehículos estaba en “Pallka”. La trocha se iniciaba en San Gerónimo, una vía continuaba a Yauyos- Huancayo y la otra giraba hacia la derecha para internarse a la cuenca del “Auquichanka” donde se encuentran los pueblos de la zona sur de Yauyos.
El olvido de los gobernantes de Lima, motivó que los mismos pobladores tomaran la iniciativa de abrir la carretera con picos, palas y barrenos, para después de 27 años cumplir sus sueños. Contrataron un maquinista y un capataz y con trabajadores de los cinco distritos continuaron el trabajo. La vía llegó a Huangáscar en 1977, durante la alcaldía de don José Parra Lázaro que se celebró con banda de músicos, discursos y pachamancas. Cuentan que el Párroco Manuel Gamarra cazaba venados para dar de comer a los faeneros. Antes, el viaje se hacía en acémilas y a pié en nueve horas, por un estrecho camino que al menor descuido se iba derechito al cielo.
CONSTRUCCION Y FINANCIAMIENTO DEL ACTUAL LOCAL (2012)
DESCRIPCIÓN DE LA CONSTRUCCIÓN:
La construcción se inició con los fondos donados por Irma Gamarra Cortijo. El 2009 después de conversar con las socias contrataron al arquitecto Carlos Díaz, para que haga un estudio y el diseño. Se tomó en cuenta la cultura del pueblo (cocina con leña), se agregó la chimenea, para evitar la contaminación. El uso de tejas para resistir las lluvias y disminuir el sonido de las calaminas. El local es de material noble, de tres pisos incluyendo el sótano, acondicionado para resistir movimientos sísmicos.
El Estudio de Necesidades, Monitoreo y Seguimiento de la obra, hizo la que escribe esta nota con el Sr. Percy Silva, Maestro de Obra, en consulta con las miembros del Club. Las madres colaboraron con la limpieza del terreno; y los alcaldes de Huangáscar y Yauyos donaron ventanas, puertas, 100 bolsas de cemento y tejas. Muchas veces el Sr. Percy viajó en motocicleta en días de lluvias para cumplir con la obra. Su experiencia y honradez hizo posible que no se desperdiciara dinero ni materiales. Los fondos se canalizados directamente para la compra de materiales en Cañete y pago por la mano de obra.
El señor Alfredo Villanueva Chuquizuta, nieto de Manuel Jesús Gamarra Rojas condujo el vehículo en los viajes de monitoreo de la obra. La construcción duró dos años. En condiciones normales, sin lluvias y dinero disponible, pudo haberse hecho en cinco meses.
El dinero no vino del Gobierno, esto otorga autonomía y flexibilidad al Club de Madres. El local lo bendijo un sacerdote y un grupo de misioneros canadienses de la iglesia "EXALTEMOS A JESÚS" de Ottawa, Canadá el 11 de agosto del 2012. Los miembros del Club de Madres prepararon la famosa pachamanca huangasquina y ofrecieron pequeños obsequios a los visitantes.
COSTO DE LA OBRA:
El costo (mano de obra y materiales) es de US$ 60,000.00 dólares. La mayor parte fueron proporcionados por la familia Gamarra y la Iglesia "Exaltemos a Jesús" de Canadá donde María Palomino Gamarra. Algunos huangasquinos donaron implementos de gasfitería, montos menores de $200.00 USA dólares.
MOTIVO DE LA CONSTRUCCIÓN
El nuevo local ha sido construido con el único interés de beneficiar a los mas necesitados de Huangáscar y Anexos, aliviando la pobreza y discriminación de la mujer. Cada ladrillo se colocó teniendo en mente los principios cristianos de amor, justicia, verdad y equidad. Para ello el local debe usarse en lo siguiente:
- Preparación de alimentos para pobres, especialmente en épocas de sequía.
- Es un local donde la gente aprenda la historia de su pueblo.
- Dictar talleres sobre salud, nutrición, higiene, planificación familiar, prevención de enfermedades, primeros auxilios, para discutir formación de micro empresas (crianza de animales, elaboración del queso y tejido regional con conocimiento de los derechos humanos
- Fomentar el turismo
- Comunicación con el mundo a través del internet
- Biblioteca con énfasis en los derechos de la mujer, salud, nutrición y cívismo.
- Guarderías para niños menores de cinco años.
- Que el Club continúe siendo una organización independiente, que represente y defienda el sentir del pueblo.
Se apoyará a las madres en el desarrollo de un Plan de Acción, con Estatutos y Manual de Responsabilidades.
ACTUAL SITUACIÓN Y NECESIDADES
Muchas madres son analfabetas. Hay madres menores de 14 años de edad. Existe abuso y prevalencia del machismo. Madres con más de diez hijos en condición de pobreza. (Información recabada directamente en Julio 2011).
NECESIDADES INMEDIATAS:
- Recopilar estadísticas y proveer capacitación de las madres en cuanto a sus derechos y desarrollo de sus habilidades.
-
Fondos para adquirir máquinas de coser, computadores, libros didácticos, de salud, nutrición, educación cívica, etc.
- Fondos para carpintería: repisas, mesas, sillas, puertas y ventanas. Se dará recibo y evidencia del gasto.
ORÍGENES DE LA FAMILIA GAMARRA- CORTIJO
La benefactora de esta colosal obra que no tiene parangón en la provincia de Yauyos, se llama María Teresa Palomino Gamarra, nieta de Manuel Gamarra y Teófila Cortijo. Desde muy pequeña escuchó de los labios de su madre, Irma Gamarra Cortijo, la historia de ese pueblo donde nacieron todos; crecieron bajo el calor de una numerosa familia, llenas de un amor entrañable. María Teresa conoció después del terremoto del 2007, ese “rinconcito de mi Patria donde mi madre vio la luz del mundo, una mañana fría del mes de febrero”
ENCUENTRO DE DOS ALMAS
Teófila y Manuel, llegaron a la zona sur de Yauyos en 1902. Ella natural de Huancavelica de 15 años de edad y él de Ayacucho de 24 años, quien tuvo una esmerada educación, vino acompañando a su madre Carlota Rojas Tineo a las exequias de su tío el Párroco de Víñac Justiniano Rojas. Teófila era sobrina del nuevo clérigo Benjamín Retamozo. El amor surgió entre ambos jóvenes que culminó en un matrimonio que duró toda su vida. En esos tiempos el viaje de Ayacucho a Víñac se hacía a pie durante cuatro días y medio, de Huancavelica tres días y medio. El camino cruzaba por quebradas, precipicios y punas, no había lugar para cobijarse. Manuel y Teofila nunca regresaron a su tierra.
El alcalde de Víñac Juan Bautista Leyva pidió a Manuel se encargase en la enseñanza de los niños. El Municipio pagaba. Al mismo tiempo solicitó que pintase el interior de la iglesia con escenas sacras. Manuel, paralelamente en sus estudios, había estudiado y desarrollado una habilidad en la pintura con los mejores artistas. Aprendió encuadernar libros con carátulas de cuero y a poner títulos y nombres con pan de oro. A los pocos años pasaron a Huangáscar de preceptores (maestros) Mientras él enseñaba a los niños, Teófila a las niñas. Los cursos más importantes eran Matemáticas, Historia, Geografía y Botánica, obras teatrales, el Catecismo. Puso énfasis en higiene y conducta social.
Manuel, dejó estampadas todas las imágenes de los apóstoles en el interior de los templos de Víñac y Huangáscar. En éste último distrito, aún se conserva los lienzos, la alta calidad de su arte. En Víñac, la iglesia una verdadera joya colonial construida en la época del Virrey Francisco de Toledo, en 1570, fue demolida y con ella se perdió las hermosas pinturas de la iconografía virreinal.
LOS HIJOS
Manuel y Teófila tuvieron 11 hijos, hoy dignos profesionales. Todos los años salían de Huangáscar a continuar sus estudios. Al término del período escolar los padres e hijos menores caminaban a su encuentro, hasta el sitio conocido, UCHCURUMI a darles la recepción. La alegría de los abuelos era desbordante había lloros, abrazos. Era triunfal la entrada al pueblo, conjuntamente con otros estudiantes que también volvían. Las campanas repicaban hasta el cansancio, había quemas de cohetes y la banda de músicos entonaba melodías marciales y huaynos. Todo era algarabía de grandes y chicos. Era una fiesta poblana.
La vida en esos lugares era dura para los esposos Manuel y Teófila. No había el confort de sus pueblos. Carecían de agua, electricidad, servicios médicos, servicios postales y carpetas para la escuela. Los estudiantes escribían sobre sus rodillas sentados en poyos de barro o piedra. Sin embargo el curriculum escolar se cumplía con toda normalidad. Los años de 1900 pasaron veloz. La vida primitiva en esos pueblos olvidados era degradante. Niños, puercos y perros sin dueños transitaban por las calles, mientras los padres estaban ocupados cultivando sus terrenos y pastando sus animales.
A fines del mes de marzo, los estudiantes retornaban a las escuelas de Lima, Chincha o Huancayo. Viajaban en grupos, pasando por caminos estrechos a lo largo del río Auquichanka, conocido como río Huangáscar. Eran caminos peligrosos, al pequeño resbalón significaba dejar sus huesos en el fondo del barranco. Más peligroso era atravesar el puente colgante de Llangas tambo a falta de unos travesaños, animales y hombres podían irse a las turbulentas aguas del río. El punto de reunión era Zúñiga, de allí partían a sus pueblos para verse de nuevo el 23 de diciembre. Diciembre, es tiempo de lluvias.
Los hijos de Manuel Gamarra Rojas, fueron inculcados en la disciplina, orden y en el cumplimiento de sus deberes. Tenía una campana colgada a un costado de la casa, cuando tañía era señal que todos, sin excepción deberían de estar en casa. En el comedor había una mesa larga donde los 11 hijos esperaban a la madre para sentarse. El abuelo tenía muchas anécdotas y contaba como si estuviera viviendo: historias de fantasmas, muertos que resucitaban, duendes, a un arpa misteriosa que daba muerte al que vivía sólo en un cuarto oscuro.
También se hablaba de la Revolución Rusa; del hambre que pasaban los países europeos y de la Primera Guerra Mundial. Posteriormente las batallas del General Francisco Franco en España, la invasión de Abisinia por Mussolini. Los hijos tenían que repetir de memoria los nombres de las capitales del mundo, de las montañas más altas. De memoria los nombres de los ríos del Perú y del mundo. Con estas enseñanzas la vida era placentera en un ambiente solitario.
HÉROE DESCONOCIDO
En una oportunidad Manuel Gamarra viajó a Lima, conseguir ayuda para curar la viruela. Su espera duró ocho días sin conseguir audiencia con el Ministro de Salud. El último día, ya muy tarde un hombre salió de su oficina. Su cartapacio cayó al suelo y los papeles se dispersaron. Manuel G. ayudó a recogerlos, el hombre agradecido le preguntó qué hacía a esas horas. Dijo que esperaba una cita con el Ministro de Salud, mañana regreso a mi pueblo, mi economía no me alcanza. Le mencionó que la epidemia de viruela diezmaba a la población. En una semana mueren seis personas. Entonces el hombre le mencionó: "Yo soy el Director de Sanidad, venga mañana". Y así fue.
Ordenó la entrega de 300 tubos de vacuna. Le aconsejó llevar en refrigeradora. Era como pedir al Papa deje la Basílica de San Pedro y celebre misa en Apurí. ¿Dónde conseguir una refrigeradora? ¿Quién y cómo iba transportarla? Su mulo enclenque y viejo apenas podía sostener al jinete. Era imprescindible llevar las vacunas. Para mantener frío los tubos, tuvieron la brillante idea de conseguir papas de buen tamaño, hizo agujero en ellos y puso los 300 tubos en 61 papas. Así llegaron las vacunas al pueblo de Huangáscar.
Mientras Teófila atendía los pacientes con tifus y a niños con disentería. Ella tenía que atender enfermos, la escuela y sus hijos. Todos solicitaban atención. Aprendió a enfrentar la vida desde su tierna edad y lo hizo con estoicismo y valor. Caras desfiguradas por la uta, se trataba empíricamente. No había un tratamiento concreto. Ante la impotencia se le vio llorar en silencio. Manuel se convirtió en el partero oficial. Casos difíciles de distocia, cuando el bebe estaba en posición transversal, eran salvados poniendo a la parturienta sobre una manta haciendo movimientos para traer la cabeza a una posición viable.
En periodos de sequía con detrimento de la producción agrícola, se estableció depósitos de alimentos y distribuir a los más necesitados. El hambre en Rusia tuvo eco en los nuestros. La Primera Guerra Mundial obtuvo repercusiones en los campos productivos de pan llevar, siendo substituidos por sembrados de azúcar y algodón para exportar a los países belicosos. Huangáscar carecía de agua, se acumulaba en las noches en el zanjón de Ayarumi. Allí construyó Manuel un pozo con techo y piso de piedra y arcilla para que se acumule en las noches el agua. Otro pozo en Montenegro, en parte baja del cementerio.
LEGADO
Los años pasaron. La familia Gamarra-Cortijo al ausentarse dejaron:
- Un Centro Escolar de Educación Primaria completa, de 1º a 5º año.
- Luz eléctrica. Un motor escocés a base de petróleo, para iluminar la calle.
- Una radio Telefunken para escuchar noticias por Radio Nacional del Perú a las doce del día. El radio estuvo en la pared frontal de la cárcel.
- Estableció vigilancia estricta de los derechos humanos, evitando el abuso de las autoridades a los transeúntes, a los llameros se le exigía pagos por derecho de camino. Sino eran encarcelados de tres a cuatro días. La familia Gamarra les llevaban alimentos y agua, provocando la cólera en los carceleros.
- Numerosos estudiantes fueron profesionales: ingenieros, abogados, médicos, geólogos y dentistas. Otros viajaron al extranjero donde ejercieron su profesión. Doña Teófila estimuló la Religión Católica, acudiendo los domingos a la iglesia, conjuntamente con otras señoras piadosas para rezar el Rosario.
La hija mayor fue nombrada Directora de la Escuela en Tornamesa, cerca de Matucana, por la carretera central. Allí adquirió el mal de Carrión o Verruga Peruana, poco después dejó de existir. Esto determinó la salida de la familia de Huangáscar, donde pasaron los más fructíferos años de sus vidas.
ENCUENTRO CON SUS ORÍGENES
María Teresa Palomino, dice: “Estas historias me impulsaron conocer el pueblo. Era mi deber volver al pasado histórico de mi familia. Mi madre fue nutrida con el producto de esa tierra, soy el producto. Para llegar recorrí por los caminos que mis padres recorrieron, por cerros carentes de vegetación. Paisaje monótono. Subiendo y pasando por Pallka tuve un temor indescriptible. Al fondo corre las aguas del río “Wiñaqcancha” y una caída significa despedirse para siempre de este mundo”.
En Huangáscar, parece que el tiempo se ha detenido. Los pobladores le miraban sorprendidos. Un pueblo desolado con casas destruidas por el terremoto del 2007. La migración a la Capital en busca de mejores medio de vida mantuvo al pueblo sin crecimiento demográfico. ¿Qué podría esperarse después de cien años? “Esperanza Aguado y su esposo Antonio Girón, me dio hospedaje y me recibieron con muestras de cariño. Fue la primera Presidenta del "Club de Madres Progresistas”. Ahora era su hija Margarita. Al día siguiente de mi llegada, en presencia de las autoridades: Alcalde, Comunidad, Comisario Presidenta del Club y otras personas transmití el mensaje de mi madre Irma, no la había olvidado y enviaba una donación inicial para el Club de Madres”.
CONCLUSIÓN DE LA OBRA
Se colocó una placa en el salón del primer piso, así dice la descripción.
CLUB DE MADRES PROGRESISTAS DE HUANGASCAR
Construido en el nombre de Jesús para apoyar a los mas pobres y desvalidos de Huangáscar y anexos.
Financiado por los descendientes de: Manuel Jesús Gamarra y Teófila Cortijo, primeros maestros del pueblo y por la iglesia "Exaltemos a Jesús" de Ottawa, Canadá.
Maestro Constructor:
PERCY SILVA NAVARRO
Huangáscar 15 de agosto 2012
Otra placa más pequeña fue colocada a la entrada del Club, con la siguiente inscripción:
CLUB DE MADRES PROGRESISTAS DE HUANGASCAR
Ama sua: No robes
Ama qella: No seas ocioso
Ama llulla: No mientas
Construido en el nombre de Jesús para
apoyar a los mas pobres y desvalidos
de Huangáscar y anexos.
Familia Gamarra
Huangáscar 15 de Agosto 2012
AGRADECIMIENTO
El local del Club de Madres es la respuesta de una oración elevada hace más de cien años por una joven mujer que se convirtió en Madre, Maestra y Médico de Huangáscar. En ese pueblo dejó su vida llenas de energías, esperanzas y sufrimientos amalgamados por un eterno amor, una aldea escondida entre dos cadenas de montañas de la Cordillera de los Andes. Esa mujer se llamó Teófila Cortijo Segovia de Gamarra. Doy gracias a Dios por el privilegio de ser parte de la respuesta a su oración. En honor a Jesucristo, el Hijo del Dios vivo.
Descripción por María Teresa Palomino Gamarra, nieta de Teófila Cortijo y Manuel Jesús Gamarra, primeros maestros de Huangáscar. La historia de la familia fue elaborada en colaboración con Irma y Alfredo Gamarra Cortijo.