jueves, 1 de marzo de 2012



LA VERDAD SOBRE LA “ASOCIACIÓN MUTUAL HIJOS DE VIÑAC” RESIDENTES EN LIMA


Frente a una serie de infundios, mentiras y tergiversaciones de hechos reales, como socio fundador de la Asociación Mutual Hijos de Víñac, me cabe el imperioso deber de aclarar al Sr. Rómulo Romero Centeno. Y decirles que no conoce la historia de la institución fundada por viejos luchadores de Víñac y de Madeán, quienes trabajaron y colaboraron con dinero y herramientas para que la carretera llegue a nuestros pueblos olvidados. Los jóvenes como el que escribe la nota, piensan que es el salvador, el Mesías de la asociación, que se “fajaron” para sobreviva a través de los años. Si no es por ellos la “Asociación Mutual Hijos de Víñac” hubiera desaparecido y pasado a la historia oscura.

Los socios fundadores y los que siguieron, llegaron por los años de 1964 para adelante la “Asociación Mutual Hijos de Víñac”, cumplía estrictamente los fines para lo que fue creado. Ahora un perfecto desconocido se paternaliza ser el benefactor de nuestra institución, siendo ellos unos perfectos desconocidos. Muchos de ellos no lo conoce en Víñac, menos serán en Lima. Por el momento brillan por su ausencia, apareciendo esporádicamente. Pero nadie lo conoce.

1.-La Asociación Mutual Hijos de Víñac se fundó en 1956, siendo inscrita en los Registros Públicos igual que su Junta Directiva. Luego se eligieron Juntas Directivas como de Mauro Ordóñez, Beltrán Auris, Víctor Leyva, que por falta de conocimiento no se inscribieron, tampoco era obligatoria su inscripción para seguir funcionando normalmente, por eso participaron activamente en fútbol y voleibol en la Asociación Provincial Yauyos. Los actuales dirigentes se olvidan que somos parte de la provincia de Yauyos, juegan en el campo deportivo adquirido por los socios de la Asociación Mutual y de allí no pasan.

2.-En 1999, a un grupo de “nuevos” dirigentes” según dicen “Jóvenes”, entre ellos Oscar Lara (chileno) no le gustó el nombre de “Mutual” y decidieron cambiarlos con el absurdo pretexto que una ley dada por el Gobierno de Alberto Fujimori había intervenido las mutuales. Ley nunca existió ni existe, porque la nuestra es una Asociación y no una financiera como las mutuales que persigue lucro. Entonces está equivocado de cabo a rabo quien dice que Fujimori intervino las asociaciones mutuales. Si no sabe mejor es callarse.

3.-Además estos dirigentes, asesorado según dice por Eutimio Rojas, éste al consultárseles, dijo que jamás recomendó ni propuso cambiar o transformar la “Asociación Mutual Hijos de Víñac” en “Asociación Hijos de Víñac”. Al final todos los socios fundadores, recibieron de mala gana esta noticia; aceptaron por el bien de la institución y por los nuevos jóvenes con idean superadas llegaban de la tierra pensando que ellos levantarían el prestigio y trabajo

4.-Y es falso cuando dice que la institución desde que se cambió de razón social, está inscrita en los Registros Públicos. Para prueba, no está inscrita la Junta Directiva de Wilson García, de Germán Auris, de Cipriano Chulluncuy, inclusive de la actual Junta Directiva. Está tratando de engañar y sorprender a la colonia viñaquina con mentiras, falseando la verdad; si no sabe, es mejor callarse y no pasar por mentiroso.

5.- Y es falso que la “Asociación Mutual Hijos de Víñac”, se haya transformado en “Asociación Hijos de Vínac”, con esta mentira hizo creer a todos el cambio. La “Asociación Hijos de Víñac” es una nueva institución, creada e inscrita en los Registros Públicos, con fines y principios, como expresa claramente en el Estatuto en su minuta de constituir una Asociación. No dice que la Asociación Mutual Hijos de Víñac se convierte en “Asociación Hijos de Víñac” Lo más grave inscribe como domicilio, el campo de “Wiñaccancha”, adquirido por los socios verdaderos y no por los “recién llegados”.

6.- Podemos decir sin lugar a equivocarnos que actualmente en la capital hay dos Asociaciones de Víñac, legalmente inscritas en los Registros Públicos, quiere decir que cada una de ellas tiene su Partida de Nacimiento, como toda persona natural común y corriente, porque la “Asociación Mutual Hijos de Víñac” no ha muerto, ni ha sido disuelto, para crearse otra, sigue vigente; y los socios verdaderos desean continuar en la reparación de la infraestructura de su local, en el techado, en la construcción de un salón de sesiones, una oficina para guardar todos los enseres de la institución..

7.-En la reunión llevada el 19 de febrero del presente año en “Wiñaccancha”, con asistencia del abogado Beltrán Auris, quien dijo que era imposible que la “Asociación Mutual Hijos de Víñac”, pueda inscribirse porque se necesitaría mucho dinero. Y solicitó la reforma del Estatuto de la “Asociación Hijos de Víñac”. ¿Se puede saber para qué debe reformarse? Eso quiere decir que el Estatuto redactado e inscrito en Registros Públicos está mal hecho. Dijo que no sirve, es obsoleto, nombrando una Comisión para reformarla. ¿Cuál es el objetivo?

8.-Es otra mentira cuando dice que la Asociación Hijos de Víñac” tiene su padrón de socios debidamente actualizado. Tal vez lo hicieron para inscribirse y después se olvidaron como siempre lo hacen “los jóvenes malcriados de 40 años”. Nos hace suponer que lo perdió, porque si lo tuvieran hace rato lo hubieran presentado, para que lo nuevos socios se inscriban. En cambio la Asociación Mutual, sí tiene su padrón legalizado ante el Notario Público desde su nacimiento.




9.- Los socios de la “Asociación Mutual Hijos de Víñac” están reactivando y actualizando su institución, porque tienen derecho hacerlo. Luego reinscribirse en la “Asociación Provincial Yauyos”, para participar en los campeonatos de futbol y voleibol con los demás distritos de la provincia. Al mismo tiempo gozar de los beneficios que otorga a todas las instituciones participantes. Eso debe saber el Sr. Beltrán Auris, ¿Cuánto debe la “Asociación Provincial Yauyos” a la “Asociación Mutual Hijos de Víñac” desde su desafiliación.

Mis queridos viñaquinos, es hora de reflexionar y actuar con el cerebro y no dejarse manipular por un grupo de personas que tienen intereses personales y se olvidan de los verdaderos principios y fines de la institución. Vuelvan a leer y releer su Estatuto. ¿Por qué no dieron a cada uno de los socios el Estaturo? ¿Temían que algo oculto pudiera suceder?