Nunca como hoy me sentí tan orgulloso de haber nacido en esta noble tierra, aquella que fue bendecida por San Josemaría Escrivá de Balaguer y le dio al Perú tantos aportes y valores a la cultura y heredad nacional. La defensa irrestricta a la creación de nuestra anhelada universidad, nos unió a todos los hijos de este suelo bendito y aquellos a quienes adaptados al terruño, han convertido a nuestro lar en su segunda tierra.
Sólo fueron unas cuantas horas las que transcurrieron desde el momento de la convocatoria que de manera conjunta asumieron nuestras autoridades y los gremios representativos y fuimos testigos de un mar humano de alrededor de cinco mil personas que arribaron a la Plaza de Armas del distrito de San Vicente, capital de la provincia. Ni la anunciada suspensión del servicio eléctrico en la ciudad imposibilitó tan grandiosa concurrencia, no hay que ser mezquinos, es importante hoy reconocer a los periodistas de la provincia, a muchos de los cuales hemos censurados por su exabruptos o devaneos mercantilistas, pero mis respetos a cada uno de ellos, porque fueron el motor motivador que convenció a la población, con escasas horas de anticipación, del compromiso impostergable de acudir al llamado que la historia nos marcaba.
Como no regresar orgullosos a casa hoy, abrazar a nuestros hijos y decirles con enorme satisfacción, que fuimos uno de los granos de arena de ese enorme mar que hoy hizo sentir su voz de protesta al Presidente de la República Alan García Pérez, por haber observado esta ley aprobada por unanimidad por el Poder Legislativo, la misma que el cautivador ex candidato presidencial del partido de la estrella ofreció públicamente en una de las plazas de la provincia.
Acaso se olvidó el Supremo Jefe de Estado, que había empeñado la palabra con el PUEBLO DE CAÑETE de hacer realidad el sueño postergado por más de 30 años. Y ratificamos nuestra posición de que no existe voluntad política de refrendar la ley, porque no se puede decir por parte de sus voceros, que las observaciones se pueden levantar y listo; claro que sí pero en otras circunstancias, no en este momento en que por el escándalo de sus "compañeros" con el romance con la cuestionada Universidad Alas Peruanas, se tenga en juego, paralelamente una Ley que pretende suspender todo tipo de autorizaciones de nuevas universidades; y ello de concretarse, mataría nuestro legítimo derecho.
Lo de hoy, ha sido un gran ejemplo que hemos dado los cañetanos a nuestros hijos, todos juntos, comerciantes, trabajadores eventuales, profesores, profesionales, autoridades, alumnos, amas de casa, transportistas, etc, etc. Que derrepente han existido algunos
excesos, seguramente, pero en este tipo de hechos siempre existen costos sociales, que gracias a Dios fueron mínimos; y si hay culpables a quienes castigar, como acto de represión de la autoridad, pues los seremos todos, autoridades y pueblo en general, porque hoy hemos dado una de las más grandes lecciones al país y a las nuevas generaciones especialmente, porque por ellos y su derecho a que se formen como profesionales en su propia tierra, estamos dispuestos a salir a las calles las veces que sean necesarias.
(Puntode encuentro)